Las opiniones

Juanjo Jiménez, socio n. 80
¡Como me gusta se TULLIANO!
Lo primero un abrazo a nadie en general y a todos en particular.
Lo mejor del viaje a Londres es encontrarme con gente como los Tullianos, ya que, personalmente, no conocia a la mayoría del viaje (bueno, está cerca la Convenccion).
Yo personalmente me he sentido muy arropado por el grupo, porque yo el inglés, ni por gestos, así es que saber que estaba Albert esperándonos era un gran alivio.
El concierto era la primera vez que los veia en un teatro y la acústica me pareció muy buena, aunque a mí me hubiera gustado una primera parte más corta y la segunda un poco mas larga.
Una pena que no pudiéramos estar con los músicos, pero bueno, nos quedaremos con que ver la prueba de sonido ya es emocionante. Es como si te lo estuvieran dedicando.
En fin que lo único que puedo decir es que pasar el fin de semana con un grupo de amigos, haciendo turismo y con Jethro Tull en el aire, es muy saludable y divertido.
Un abrazo a todos los tullian@s.

Albert Villanueva, socio n. 1
Después de un viaje como el del fin de semana del 11 de marzo, me reafirmo en la idea de que el nacimiento de Tullianos fue una de las mejores cosas que han pasado en mi vida.
La música de los Tull y la personalidad de Anderson han marcado muchos momentos de mi vida, pero que además hayan servido como excusa para conocer a gente maravillosa de toda España... Creo que lo mejor de Tullianos es su gente, sus amigos, la convivencia...
Si después Anderson o James están cruzados y no nos quieren saludar, es una nimiedad. ¿De qué me serviría que Anderson se hiciera fotos conmigo si no hubiera podido pasear, charlar y tomar unas cervezas con Juanjo, Xavi, Gus, Domingo, Quim, Lluís, Albert, Montse, Cristóbal...

Gustau Solé, socio n. 58
Hola Tullianos!! A continuación os expondré desde mi punto de vista lo más destacado de la experiencia londinense. Espero que los que no fuisteis podais haceros una idea de lo que allí vivimos unos cuantos Tullianos afortunados.

1. Prueba de sonido:
Gracias a las gestiones de Albert, pudimos acceder a la sala tres horas antes del concierto para ver las pruebas de sonido. Fue una experiencia inolvidable. Jethro Tull tocando para nosotros, sentados en la platea, y con un sonido increíble. Pudimos ver a Jethro Tull en una especie de sesión de trabajo, totalmente relajados, bromeando entre ellos, etc...(bueno en realidad solo bromeaba Andy Giddings con la Micarelli, definitivamente este tío es un cachondo) Tocaron un par de temas enteros: MozArt y la versión de Led Zeppelin. Para mi fue uno de los momentos en que más he disfrutado viendo a Jethro Tull. Aunque los temas no son lo mejor que han hecho, escuchar en esas circunstancias, con ese sonido, dos temas nuevos, a mi me causó una sensación muy especial. Al respecto tengo que agradecer a Albert y a Xavi que salieran de la sala a buscarme perdiendose 5 minutos de esa experiencia por culpa de mi impuntualidad.

2. Concierto:
Aunque el sonido perfecto estaba reservado para la platea (como pudimos comprobar antes del concierto), desde nuestras localidades el sonido era también muy bueno, aunque personalmente encontré a faltar algo de volumen (en mi opinión la música rock en directo tiene que tener algo más de watios). La primera parte fue totalmente acústica y nos dio la oportunidad de escuchar temas poco frecuentes como Skating away... Doane Perry tocó gran parte de estos temas en una batería de juguete al frente del escenario. Todo lo bueno de tenerlo más cerca y estar más presente en el show lo tenía de malo en cuanto al sonido más bien cutrillo de la minibatería. Aunque sí eran destacables los pasajes de percusión, que abundaron, como en el trozo central de Mother Goose, habitual en las últimas giras. En esta primera parte también pudimos ver al fin la polémica Micarelli. Como todos yo era escéptico, pero visto lo visto, sinceramente me gustó mucho su aportación al concierto. Es una violinista impresionante técnicamente y muy cañera. Le da un nuevo aire tanto a las canciones como a la presencia escénica del grupo (es joven y está buena). En resumen, es aire fresco sin perturbar la esencia de Jethro Tull. Quizás tuvo demasiadas ocasiones para tocar sus temas (creo que fueron tres), algo excesivo para un concierto en el que la gente va a ver a Jethro Tull, y duele pensar que se dejaron temas como Thick as a Brick para enchufar los de la Micarelli. De todas maneras sus temas no me disgustaron en absoluto. En la segunda parte del concierto ya podimos ver rugir la guitarra de Barre, muy desapercibida en la primera parte, y escuchar los temas más habituales de las últimas giras, con la excepción de la versión de Kashmir de Led Zeppelin, un tema con una potencia tremenda que a mí me encantó (quizás por la novedad). En cuanto al público, yo me lo esperaba más activo tratándose de Londres, sin duda en el concierto de Madrid de este verano la gente estaba mucho más entregada. Mientras escribo me doy cuenta de que soy algo crítico en algunos aspectos, pero la verdad es que la satisfacción por haber asistido a este concierto es total. Una vez más no fue posible saludar personalmente al grupo después del concierto lo cual supuso una pequeña decepción, pero pudimos disfrutar en exclusiva de las pruebas de sonido y eso para mi es muy de agradecer.

3. Tullianos:
Como siempre ha sido fantástico poder compartir esta experiencia con los Tullianos que nos reunimos allí, todos con la ilusión de ver al grupo que nos ha unido, disfrutando, compartiendo y comentando todo lo que acontecía, ya fuera con "coffees without cafeine" o con "pines" de Stella Artois (seguro que Jordi Chamayou me hubiera aconsejado una cerveza mejor)
Un abrazo a tod@s.

Cristóbal Vergara, socio n. 18
Fue en el 2004 cuando nuestra Asociación se estrenó en eso de las excursiones musicales para poder ver a los Tull en su país. Los que aquella vez nos animamos fuimos nuevamente promotores para este nuevo viaje, exactamente al mismo lugar de hace un par de años. Está claro que tan solo nos basta una mínima excusa para juntarnos, ya sea en una convención o en un concierto.
Esta vez, por coincidencia de fechas, yo era el único Tulliano que asistía a los dos conciertos de Londres, el viernes 10 y sábado 11 de Marzo. Al primer concierto no fui solo, me acompañó Salomé una no-tulliana de las Islas Canarias que curiosamente fue la persona que más kilómetros recorría para verlos (de hecho era su primer concierto de los Tull) algo digno de elogiar. De todas formas lo que quisiera relatar es lo que ocurrió el sábado 11 junto con el resto de Tullianos para que se puedan contrastar correctamente con las otras opiniones.
El sábado fue un día muy frío en Londres y por la tarde nos juntamos todos en el Eurohotel y después de los consabidos y sinceros besos y abrazos, nos dirigimos hacia la puerta del Shepherds Bush Empire en donde después de la obligada foto de grupo contactamos con James Anderson para que nos entregara las acreditaciones del backstage, fotos y saber si nos dejarian acudir a la prueba de sonido o si al final se iría todo al garete. Para sorpresa mía enseguida pasamos por la entrada de personal y James nos sentó a todos en una céntrica fila de butacas. Todos los músicos estaban vestidos de calle y haciendo pruebas. Después de algunas indicaciones interpretan entero el “Moz Art Medley” y después “Kashmir” Mientras esto ocurría yo, la verdad, alucinaba: miraba a todas partes del teatro y podía comprobar como era cierto que éramos los únicos espectadores. Todo un teatro entero, vacío y teníamos la exclusiva en la audición de unas canciones exactamente igual a las del concierto. A mi lo que se me venia a la mente era la imagen del millonario excéntrico que se ha permitido el lujado de comprar todas las localidades de su grupo preferido para que le ofrezcan un concierto personal. ¡Nosotros no llegábamos a la docena! Increíble, aquello me pareció un sueño, un sueño impagable.
Entre canción y canción era cuando los músicos hablaban más con los técnicos de sonido y daban las indicaciones, especialmente las de subir o bajar el volumen de los speakers. Después Ian cogió la acústica y mientras Doane Perry bajaba de la batería y ajustaba el pequeño set de percusión que tenia al borde del escenario ocurrió algo que a mí me emocionó especialmente: Anderson para entretenerse hasta que estuvieran preparados todos, comenzó a tocar “Valley”. Dicho tema nunca lo han interpretado en directo, así que pertenezco al selecto grupo de apenas una docena de personas que ha escuchado el fragmento en vivo. Cuando ya estaban todos, tocaron “Life is a Long Song” y con ella vino el final de la prueba de sonido.
Cuando salimos a la calle comprobé con sorpresa, debido a los comentarios de algunos Tullianos, que en la acreditación que nos habían repartido decía: Preshow y no Aftershow como todos creíamos, lo que significaba que aquí se acababa todo y después del concierto no veríamos al grupo. Bueno, hay que conformarse con lo que tenemos, que dentro de lo que cabe no está nada mal. Creo que por una cuota de 20 euros no es posible conseguir más.
Para hacer tiempo nos tomamos todos juntos un café en un restaurante italiano y cuando llegó por fin la hora volvimos al Shepherds Bush Empire. Yo repetiría mi papel de fotógrafo oficial y aquí vino otra desagradable sorpresa, pues me imaginaba que las condiciones serían las mismas que en el 2004 y cuando me dirijo al borde del escenario la chica de seguridad me dice que a donde voy, pues las fotos se hacen desde ... ¡el primer entresuelo! Mierda, lo tenía todo planificado para hacerlo todo desde corta distancia y no me llevé a Londres el pesado teleobjetivo pues hace dos años fue inútil cargar con él. Por lo menos convencí a la de seguridad que me dejara estar en el lado izquierdo (Anderson quiere siempre que se les haga las fotos desde el lado derecho, será que es su mejor “perfil”.
El concierto comienza con las luces apagadas y en el mismo instante que un único foco central ilumina a Anderson, se comienzan a oír las primeras notas de Life Is a Long Song. Esta canción nos anuncia toda una primera parte con canciones más lentas y acústicas. La segunda es Skating Away .... otra joya como la anterior. Anderson al estar en casa está tremendamente locuaz, entre cada tema siempre relata alguna historia o cuenta una o varias anécdotas (bastante ensayadas) que hacen que el publico ría repetidamente.
Para Living in the Past, Ian utiliza al principio una armónica. Mas tarde vendría Sliptream que, a pesar de ser el primer tema que interpreta de Aqualung, la gente lo desconoce en general y se ve sorprendida por su corta duración, vacilando si aplaudir o no al final (yo era la primera vez que la oía en directo).
Con Up to Me no ocurre lo mismo y la gente aplaude puntualmente al acabar. A partir de este momento es cuando el concierto da un giro y Anderson nos presenta a la joven y bella Lucia Micarelli. Aparece descalza y con su violín en la mano. Le acompaña para interpretar a medias Griminelli’s Lament, haciendo Lucia el papel de segunda flauta con su instrumento. Después ella interpreta junto al grupo: Reflexio, un precioso tema instrumental (muy lento) que originalmente era para violín y oboe pero que aquí se ha arreglado para violín y flauta. A mí me puso los pelos de punta y fue uno de los mejores momentos de la noche. A continuación un tema en solitario para la Micarelli: Aurora, que realmente es un fragmento del concierto para violín en Re menor de Sibelius. Aquí la chica demuestra un virtuosismo increible con su instrumento, pero la gente se empieza a preguntar a qué tanto violín, pues la Micarelli no se va del escenario ni de coña y, de hecho, continúa en las siguientes canciones.
Pasamos a un tema de amor: Wond’ring Aloud , preludio del Morz Art Medley, un tema que Anderson preparó para la celebración del centenario del compositor austriaco en Viena hace unos meses y que, aprovechando la cuestión, nos lo ha “colao”. Bueno, resulta curioso pero espero que no se repita en más giras. Menos mal que Ian no se ha enterado de lo del cuatrocientos aniversario del Quijote que si no ya me lo veo luchando con su flauta contra los molinos y Martin Barre vestido de Sancho Panza...
Siguen un par de temas más de Aqualung: Cheap Day Return y Mother Goose. Después una grata sorpresa para mi: She is like the Swallow, una fantástica canción recreada con el violín de la Micarelli y la flauta de Anderson. Es una balada de reminiscencias celtas que cantaba Leigh Nash en el CD en solitario de Micarelli pero en directo, como tema instrumental, fue lo que más me gustó del concierto. Para terminar, Bouree, en la que Jonathan Noyce ha añadido un nuevo micro-solo de bajo.
Durante el descanso Albert y yo estuvimos tratando de contactar con Aldo, de Itullians, que se encontraba en el patio de butacas.
Con el comienzo de la segunda parte uno tiene la esperanza de que por fin vengan los temas duros que todos estamos aguardando y cuando se apagan las luces aparece... ¡La Micarelli con su violín! ¡Oh no! ¿Más violín? Esta vez para interpretarnos Nocturno/Bohemian Rapsody. La historia es que las tres notas de fondo del nocturno coinciden exactamente con las del comienzo del tema de los Queen. Durante casi cuatro minutos nos aburre a todos con el lento nocturno para de pronto enlazar el grupo con la canción de Queen. Cuando esto ocurre, la gente se ríe pero lo cierto es que a mí no me hizo ni gracia malgastar casi cinco minutos para provocar unas risas. Me pareció un desacierto completo. Después todo el grupo versionea Kashmire, el duro tema de los Led Zeppelín de su álbum Physical Graffiti del 75. Martin y Micarelly comienzan con el “heavy” riff y cuando por fin entra con su flauta Anderson el publico ovaciona y aplaude en mitad de la canción como diciendo: ¡Coño, eso es lo que queremos y no tanto violín! Fue otro de los mejores momentos de la noche.
A partir de aquí el concierto empieza a girar en torno a los temas más duros del LP Aqualung: Cross Eyed Mary y después Hymn 43 (en estos por fin Lucia había hecho un mutis) El tema en solitario de Barre fue Morris Minus (el viernes fue French Correction) En la presentación del tema Martin tuvo que aguantar estoicamente las bromas de Anderson sobre la correspondencia entre el Mini, coche que el guitarrista se compró en su juventud y el tamaño de su pene. Más tarde My God, uno de los temas más aplaudidos de la velada y en Budapest nuevamente aparece Lucia, que hubiera quedado fabulosa si sólo se hubiera limitado a colaborar, pero en algunos momentos el volumen del violín es tan alto que tapa a la guitarra de Martin, así que mal, muy mal.
Con Aqualung se cierra formalmente la actuación con todos saludando, Lucia incluida. Los bises comienzan con Wind Up para enlazar más tarde con Locomotive Breath en la que por arte de magia aparece en un margen... ¡ella! Aunque afortunadamente la guitarra de Barre la tapa completamente y no se le escucha para nada. Se acaba el concierto con la instrumental Protect and Survive y con los condones de ballena volando para divertimento del publico y se despiden nuevamente todos con Cheerio.
Esto fue todo el show, sonido perfecto como siempre en este teatro y en resumidas cuentas un buen concierto con toques agridulces pues los mejores momentos fueron los del grupo con la Micarelli, pero lo peor también vino de su mano. La solución estaría si Lucia no tuviera ese desmedido e incompresible protagonismo que adquiere la violinista en el concierto y que muy pocos entenderíamos si no fuera porque nosotros pillamos antes de empezar a Lucia y a James besándose. Esta escueta imagen que justifica más que mil palabras, nos resuelve el enigma del por qué de Micarelli en esta gira.
Cuando salimos fuimos a cenar, constatando los pocos espacios que se nos ofrecen para hacerlo y de hecho lo tuvimos que hacer en grupos separados pues no encontramos ni un solo sitio en donde cupiéramos todos. Más tarde una copa, aunque yo tuve que despedirme de la grata compañía pues era casi el único que teníia el hotel alejado del teatro y el metro en Londres un sábado cierra a media noche. No me extraña que en España se desmadren los ingleses de esa manera...
Todavía no sabemos qué nos deparará el concierto de Barcelona pero me temo que algo parecido. Habrá que comprobarlo ¡Hasta el 11 de Mayo! 

Xavier Folch, socio n. 53
FUI A LONDRES A VER A JETHRO TULL Y ACABÉ EN COMISARIA

Archivo -> Guardar como... -> Plantilla Viaje.dot
Hola,
me llamo (Xavier/Domingo/Albert/Cristobal/...) y soy el tulliano (nº de socio/no soy socio). Hoy
es (viernes 10/sábado 11) de marzo de 2006 y tengo la bolsa hecha para hacer una breve excursión a Londres. Como otros tullianos, viajaré con (EasyJethroTull/Ianair/Barre Airways/Andyberia/...) dirección aeropuerto de (Stansted/Gatwich/Heathrow/Luton), cogeremos el (bus/metro) hasta la zona de Shepherd's Bush Green. Allí nos alojaremos en (Eurohotel/Gramsci/...), etc.

Prácticamente las 15 personas que viajamos a Londres podríamos usar esta plantilla, con más o menos aderezo en el texto, para contar nuestro viaje "físico" a Londres. De procedencias, edades, sexos, pensamientos diferentes pero con una sola cosa en común:

Ser tullianos
Un grito detrás nuestro saliendo del metro, allí estaban los tullianos que llegaron el día anterior. Unas llamadas de teléfono a alguien del que sólo sabes que se ha hecho tulliano durante la última semana para embarcar juntos en el avión. Una transferencia para poder comprar las entradas en pack y poder estar todos juntos. Unas botellas de vino que Aldo hizo llegar a los músicos (tendremos que pensar en hacerlo socio de honor)
La familia tulliana llegó, se agrupó, convivió, comió, rió, hizo turismo el viernes, hizo turismo el domingo, nadie se fue por su cuenta, funcionamos como un auténtica grupo de una forma totalmente natural.

Unos pases de preshow/backstage?
Los grandes placeres de la vida se esconden en los pequeños detalles, gracias a las gestiones de nuestro presi y a la i---- de J---- podemos gozar de unos pases para ver la prueba de sonido a cambio de no tener pases de backstage.
Creo que Cristóbal ha dado en el clavo con la descripción del millonario que compra todas las entradas del teatro (con la diferencia del precio, aunque con la de discos/CD's/cassette/objetos varios que acumulamos entre todos, igual sí que nos da para comprar el teatro... !!!y varias veces¡¡¡) Salir a buscar a Gus y su novia entra dentro del capítulo anterior (Ser tullianos), así que si hay que salir se sale, pero salir por salir es tontería...

El concierto
Tengo que confesarlo, es la primera vez que he visto a Jethro Tull en directo (y no he sido el único que ha perdido la virginidad (musical) en este viaje). Esto me plantea una pregunta del estilo ¿y que espero yo de un concierto de JT después de casi 40 años de actividad musical?¿Voy un poco tarde? Nooooooo, !!!voy muyyyyyyyy tarde¡¡¡
La solución viene en forma de presentación del Aqualung Live, revisión del mítico álbum de 1971 (pongo la fecha, no por si hay algún despistado que no lo sepa, sino para decir que yo aún no había nacido en ese año) Así que si no viví su época dorada, un buen debut sería hacer un viaje “mental” en el 2006 a los años 70 para ver un concierto de la gira de presentación (con matices) del Aqualung.
Respecto al repertorio, supongo que ya habreis leido los acertados comentarios de mis compañeros de viaje. Sólo añadir que sufrí en varias partes del concierto de Tullius interruptus por la presencia de una chica que tocaba el violín (gran expresión catalana que adquiere en este contexto todo su significado), quedé encantado con el principio (temas acústicos) y absolutamente fascinado con la parte final (aunque en alguna canción deseaba que Anderson dejara de cantar y le diera el micrófono a José Ignacio ¿dónde estabas?)

Un viaje (casi) perfecto
Después de un intenso fin de semana, nos acercamos a la parte más dura, el regreso. Llegar al aeropuerto del Prat y perder la cartera fue todo uno. Preguntar a todo el mundo si alguien la ha encontrado, bla,bla,bla,bla,bla,bla,... igual me la han robado como se me ha caido, en fin, que el lunes acabé a primera hora de la mañana en comisaría, brigada de documentación.
Aunque una cosa la tengo bien clara, nunca se me habría ocurrido hacer una locura de fin de semana como esta si no hubiera conocido a este grupo de personas que se autodenominan tullianos. 
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